Esta semana he tenido el honor de asistir a la V Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) en representación de los intereses de las personas con discapacidad. Me hace sentir orgullosa haber escuchado las palabras de nuestro presidente Danilo Medina, quien lleno de firmeza invita a Latinoamérica a unirse para juntos enfrentar las adversidades que puedan mermar el desarrollo de nuestros países. Y es en este mismo sentido que rescato lo más significativo de escenarios como la Celac: la unidad.
Actualmente más de 85 millones de personas viven con algún tipo de discapacidad en América Latina y el Caribe, por lo que entiendo que en ocasiones futuras debe aprovecharse esta plataforma donde se reúnen sus líderes, para que dentro del mismo contexto de los temas que se desarrollan en la Cumbre, se abogue por los cambios necesarios que permitan promover la integración de las personas con discapacidad al desarrollo de nuestra región.
De igual manera se estima que más del 90% de las personas con discapacidad en Latinoamérica y el Caribe están desempleadas, lo que promueve el círculo de pobreza que todos los países de la región buscan romper. Una forma efectiva de quebrar este círculo es potenciar la participación de la comunidad con discapacidad para la toma de decisiones sobre cómo abordar los cambios y mejoras necesarias en el sector. Empoderemos a las personas con discapacidad, trabajemos para su independencia e integración otorgándoles también la oportunidad de representar sus intereses en espacios tan relevantes como la Celac, donde se reúnen las voces de Latinoamérica.
Es imprescindible seguir creando los planes y políticas públicas que ayuden a disminuir estas alarmantes cifras, las mismas que suponen una reforma en los pilares de la sociedad para lograr un verdadero crecimiento positivo de esta comunidad.
Las buenas prácticas que aseguran la incorporación de todos los actores de la sociedad, incluyendo el de las personas con discapacidad, existen ya en Latinoamérica. Países como Chile y Argentina han adoptado medidas que mejoran la accesibilidad y contribuyen a la participación e inclusión de este sector.
La República Dominicana tiene entonces la oportunidad, y responsabilidad, de ponerse a la vanguardia en materia de inclusión dentro de la comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe. Unidos como región podemos intercambiar las ideas que nos ayuden a avanzar hacia una Latinoamérica inclusiva.
El presidente resaltó en su discurso que gracias a los 164 acuerdos de libre comercio firmados por los países que conforman la Celac se ha logrado reducir la pobreza de un 22.6% a un 12.4%. Esto es una evidencia de lo que podemos conseguir trabajando juntos.
Francina Hungría