Fundación Francina Hungría.

Relato De Cuarentena: Hace Falta Más Que Una Pandemia Para Detenernos

El anuncio del Estado de Emergencia nos encontró en pleno diseño de un nuevo proyecto de oportunidades laborales para personas con discapacidad visual. Ante la cuarentena aceleramos los trabajos y nos dispusimos a identificar las demandas de servicios de quienes viven con ceguera y baja visión en la República Dominicana.

Nos llegaron casos de personas que precisaban medicamentos o alimentos. Con las semanas nuestros usuarios y usuarias se nos acercaron para solicitarnos apoyo con sus nuevas realidades. Muchas veces bastó con escucharles, otras veces necesitaron recursos tecnológicos, alimenticios o de otra índole.

Dos de nuestros jovenes de ELA recibiendo atenciones en el Centro Oftalmologico Dominicano.

Alianzas Que Favorecen Familias

 Para satisfacer las necesidades de las personas con discapacidad que identificamos en una primera base de datos nos dirigimos a instituciones, empresas y personas colaboradoras. Gracias a las alianzas impactamos de forma continua la vida de 90 familias.

En alianza con el programa Progresando con Solidaridad, Grupo Ramos y el Consejo Nacional de Discapacidad logramos que adultos mayores, embarazadas, niños y niñas de escasos recursos recibieran alimentos crudos, cereales fortificados y suplementos alimenticios.

El criterio de selección para los hogares beneficiados fue el de acceso a recursos y autonomía financiera. Nos preocupamos de impactar en el bienestar de personas con y sin discapacidad.

A Más Riesgo Mayor Protección

 En colaboración con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) hicimos llegar mascarillas a 419 personas ciegas y de baja visión. Junto a las entregas también facilitamos instrucciones para extremar la protección y el distanciamiento social durante toda la cuarentena. Y todavía seguimos la promoción.

Para ampliar el alcance del mensaje de prevención empleamos los canales de comunicación que poseemos. Llamadas, mensajes directos, redes sociales y espacios compartidos sirvieron para informar y educar sobre las formas correctas de proteger a las personas con discapacidad en medio de la cuarentena.

Y seguimos haciéndolo.

  Tecnología Para La Autonomía Académica

Con la cuarentena toda la ciudadanía aprovechó las oportunidades de la tecnología para continuar sus labores habituales. En muchos casos incrementó la productividad de profesionales y estudiantes.

Para quienes tienen discapacidad visual las TIC redujeron las barreras de acceso relacionadas con la movilidad. En Fundación Francina nos encargamos de gestionar herramientas para que jóvenes estudiantes pudieran continuar sus estudios a distancia.

Una vez más, gracias a quienes nos colaboran facilitamos desde fuentes de carga hasta celulares inteligentes y computadoras. El equipo de soporte técnico de la Fundación instaló sistemas operativos y paquetes de oficina.

En los casos en que debimos ofrecer el servicio a distancia utilizamos la nube para proveer licencias de lectores de pantalla y sus instaladores. En otros casos orientamos a estudiantes para aprovechar ofertas en recursos disponibles como Voice Dream, el gestor accesible de lecturas.

El esfuerzo realizado impactó en jóvenes de Santiago, Monte Plata, Barahona, Higüey, Monte Cristi, La Vega y Santo Domingo. Ahora nos preparamos para expandir el alcance de estas acciones ante el próximo inicio del año escolar.

Uno de nuestros estudiantes de la Escuela de Liderazgo y Autonomia para jovenes con discapacidad visual.

Alianzas Para Incrementar El Impacto 

Nos propusimos mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad visual de la República Dominicana a través del incremento de los niveles de inclusión social. Para lograrlo, las alianzas tienen un rol determinante. Representan la posibilidad de potenciar el alcance de los objetivos planteados.

Durante los días de aislamiento y distanciamiento social utilizamos las nuevas tecnologías para continuar los acercamientos con empresas, academias y otras entidades con metas afines. Una de las primeras entidades con las que consolidamos los acercamientos que veníamos haciendo fue con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

Con ellos coordinamos la entrega de mascarillas, les colaboramos en la revisión de la accesibilidad de la encuesta digital que realizaron a personas con discapacidad en el marco de la cuarentena. Y acordamos la reordenación de los resultados del proyecto Oportunidades Laborales para la Autonomía (OLA), con el que buscamos generar condiciones de acceso a empleos dignos e inclusivos para personas con discapacidad visual.

Igualmente, durante los días de confinamiento iniciamos los trabajos en conjunto con la Red Iberoamericana de Entidades de Personas con Discapacidad Física, con quien estamos ejecutando un proyecto de fortalecimiento de la formación técnico-profesional desde un enfoque inclusivo. La iniciativa está financiada por la agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) y la Unión Europea.

Sus resultados supondrán una transformación profunda en la calidad de acceso a formación técnica de la República Dominicana, a través del Instituto Nacional de formación Técnico Profesional (INFOTEP). Y redefinirá la manera en la que las personas con discapacidad acceden a nuevas competencias.

Para garantizar que el estudiantado que forma parte de la Escuela de Liderazgo y Autonomía para jóvenes con discapacidad visual (ELA) accedan a educación superior de calidad hicimos acercamientos con las universidades del país. Hasta junio habíamos logrado la colaboración del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC) y la Universidad APEC.

INTEC recibió con agrado la propuesta de sinergia. Nos comprometimos a colaborarnos mutuamente para diseñar acciones de educación superior inclusiva.

Con APEC también obtuvimos logros que tienen su continuidad en el futuro cercano. De entrada, al igual que INTEC abrieron las puertas para iniciar el proceso de admisión a estudiantes con discapacidad visual.

En enero establecimos acercamiento con la Fundación ONCE para América Latina (FOAL). Pero durante los días de la pandemia nuestra relación se ha ido estrechando y hacia mitad de junio se ampliaron las perspectivas de trabajo en conjunto.

FOAL y Fundación Francina poseen una visión cercana del abordaje de temas de inclusión. Y en la República Dominicana tenemos en agenda los ejes de educación, juventud y comunicación para el desarrollo.

Desde hace algunos años la Fundación Francina tiene un acuerdo de colaboración con la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales. En el marco de la alianza se fomenta el entorno laboral inclusivo dentro de la entidad.

Nuestro equipo facilita apoyo en el diseño de estrategias de mejora de los espacios inclusivos. Y la CDEEE pone a disposición de la Fundación recursos para la ejecución de proyectos de mejora de la calidad de vida de las personas con discapacidad.

Con el objetivo de levantar data estadística y de impulsar nuevas acciones que permitan diagnosticar el estado de situación de las personas con discapacidad visual de la República Dominicana hicimos una alianza de colaboración con OACI Consultores. Esta empresa se dedica a la gestión de data para la inteligencia de mercado. Pusieron sus herramientas de investigación al servicio de la Fundación. Durante los días de la pandemia estrechamos la colaboración para generar nuevos criterios de identificación de oportunidades. Y tenemos en agenda la creación de un espacio de inteligencia sobre inclusión.

Las acciones que venimos realizando en el marco de la pandemia y en otros contextos son compartidas con el Consejo Nacional de Discapacidad (CONADIS). Como entidad reguladora de las iniciativas de inclusión en el país aportan una parte sustancial de los recursos que invertimos en nuestros proyectos.

Una de las colaboraciones que más contentos nos tiene es la que hicimos con el Centro Oftalmológico Dominicano. Gracias a su disposición nuestros estudiantes con baja visión acceden a oftalmólogos especialistas en baja visión y retina. Reciben una atención de calidad que en algunos casos supondrán una mejora radical en su calidad de vida.

 Nos Propusimos Ser Imparables 

• Apoyamos en la mejora de acceso a salud y educación a personas con discapacidad visual de Santiago, La Vega, Higüey, Barahona, San Cristobal, Monte Cristi, Monte Plata, Santo Domingo, San Pedro, Constanza y el Distrito Nacional.
• Estamos gestionando los seguros de salud de quienes carecen de cobertura médica.
• Facilitamos medicamentos recurrentes a personas ciegas con diabetes y otras enfermedades.
• Participamos en jornadas de capacitaciones, conferencias y seminarios sobre educación inclusiva, recuperación en tiempos de pandemia y otros temas de importancia para el sector.
• Recibimos el apoyo de personas que a través de la plataforma tPago hicieron aportes para las herramientas de autonomía de nuestros jóvenes.
• En coordinación con la Unión Latinoamericana de Ciegos (ULAC) y la Fundación Once para América Latina (FOAL) facilitaremos un módulo sobre derechos humanos a jóvenes con discapacidad visual de Latinoamérica.
• Estamos en pleno diseño de un aula virtual y de recursos educativos para estimular el desempeño académico y la educación no formal a distancia.
• Estamos identificando una impresora braille para generar material bibliográfico útil a estudiantes con discapacidad visual en el país.
• Nuestro equipo se prepara para fortalecer sus destrezas en la digitalización de documentos en formatos accesibles.

Y gracias a la alianza que tenemos con la empresa DIESPO, estamos organizando recursos didácticos lúdicos para que niños con discapacidad continúen su educación el próximo año escolar.

Estudiantes del ELA, voluntarios, y colaboradores en el jardin Botanico.